Se trata del asteroide 1950 AD, que ha sido
observado por la NASA durante más de medio siglo y que se encuentra en camino
hacia la Tierra. El cuerpo celeste podría colisionar con nuestro planeta el
16 de marzo de año 2880.
El asteroide es una roca de 1,1 kilómetros de
diámetro que viaja a una velocidad de 15 km. por segundo respecto a la Tierra.
Según los cálculos de la agencia espacial
estadounidense, el 1950 DA podría estrellarse en el océano Atlántico a
60.000 km/h, causando una explosión equivalente a 44.800 megatoneladas de TNT.
El análisis y la investigación del 1950 DA hechos
con radar y realizados por los científicos del Laboratorio de Propulsión de
Jets (JPL) de la Nasa sugiere que la probabilidad de un impacto es de solo un
0,3%, aunque esto representa un riesgo un 50% mayor que un impacto de todos los
demás asteroides "cercanos a la Tierra".
El asteroide 1950 DA fue descubierto el 23 de febrero de 1950, cuando fue observado durante 17 días, para luego
desaparecer por medio siglo hasta que el 31 de diciembre de 2000 el asteroide
volvió a ser divisado por los astrónomos.
Debido a su trayectoria, el 16 de marzo de 2880 y
durante un corto periodo de 20 minutos, los especialistas creen que es posible
que ocurra una colisión con la Tierra.
Las observaciones ópticas muestran que el asteroide
rota una vez cada 2,1 horas, la segunda velocidad de rotación más rápida jamás
observada en un asteroide de tales dimensiones.
Pero los científicos del JPL dicen que no hay
motivo de preocupación. Los siglos
de avances tecnológicos que tenemos de ventaja, antes del presunto choque en 2880, permitirán
emplear un método tan sencillo como "espolvorear la superficie del
asteroide con tiza o carbón, o cuentas de vidrio tal vez blancas, o el envío de
una nave de vela solar que termine envolviendo al asteroide con su vela
reflectora.
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